
Dos años después de su ingreso en prisión en Tailandia, Daniel Sancho, hijo del reconocido actor Rodolfo Sancho, ha vuelto a ser noticia de una forma poco habitual. En su perfil oficial de Instagram, donde antes de su arresto solía compartir fotos de platos sofisticados, apareció un enigmático vídeo. La grabación, publicada sin ningún tipo de explicación, muestra a un grupo de estudiantes participando en una ceremonia tradicional tailandesa. Ellos realizan el gesto del ‘wai’, juntando las palmas a la altura del pecho, una señal de máximo respeto y reverencia en la cultura local.
Esta publicación no fue casual ni resultado de un hackeo. Se ha sabido que el propio Daniel fue quien tomó la iniciativa. Desde prisión, envió una nota manuscrita a una persona de confianza, con la petición urgente de compartir ese vídeo. En su mensaje, destacó que esta acción era para él ‘superimportante’, lo que sugiere que formaba parte de un plan cuidadosamente meditado y no de un impulso espontáneo.
La clave para entender este gesto se encuentra en los recientes acontecimientos ocurridos en Tailandia. El video apareció en la red tan solo cuatro días después del fallecimiento de la madre del actual rey. Así, la publicación se convirtió en una especie de homenaje y muestra de respeto hacia la familia real. Es una maniobra estratégica, ya que el monarca tailandés es la única figura con capacidad real para influir en el destino del español condenado. Dado que entre España y Tailandia no existe un acuerdo de extradición, el traslado de Sancho para cumplir condena en su país solo sería posible tras complejas negociaciones diplomáticas y un acto de gracia real.
Además de intentar ganarse el favor del monarca, esta acción persigue otro objetivo: reactivar el interés mediático en su caso. Sancho confía en que un nuevo repunte de la cobertura periodística ayude a agilizar los lentos procesos burocráticos y judiciales. Enfrentándose a las duras condiciones del sistema penitenciario tailandés, busca cualquier oportunidad para acercar el momento de su posible regreso a España. Se desconoce la identidad de la persona de confianza encargada de entregar la nota, aunque se supone que podría tratarse de algún empleado de la prisión con quien Sancho ha forjado una relación de confianza durante sus dos años de encierro.






