
En Galicia se ha desatado una verdadera polémica tras la decisión del gobierno regional: ahora, en la mayoría de los municipios de la autonomía, se permite la caza ilimitada de jabalíes hasta febrero de 2026. Las autoridades justifican la medida por la necesidad de reducir riesgos para la agricultura y disminuir el número de accidentes de tráfico relacionados con animales salvajes. Sin embargo, ni los cazadores ni los ecologistas apoyan una medida tan drástica.
La Federación Gallega de Caza (Federación Gallega de Caza) sostiene que las normas actuales son suficientes para controlar la población. Según ellos, no existe una amenaza real para los cultivos y los propios agricultores no se quejan de daños. Los cazadores subrayan además que no fueron consultados en la elaboración de estas nuevas medidas y consideran que la caza masiva podría perjudicar la naturaleza y la biodiversidad de la región. Destacan que la caza no es solo disparar, sino un enfoque responsable del equilibrio en el ecosistema.
Las organizaciones ecologistas también se han manifestado en contra de las medidas de emergencia. Exigen la realización de estudios científicos y la recopilación de datos objetivos sobre la población de jabalíes antes de tomar decisiones de tal magnitud. Afirman que una caza desordenada no resolverá el problema, sino que solo agravará la situación al alterar el equilibrio natural.
Mientras tanto, las autoridades insisten en que la decisión se tomó tras analizar las denuncias sobre los daños ocasionados por los jabalíes y las estadísticas de accidentes de tráfico. Según sus cálculos, en la última temporada se capturaron cerca de 19.000 ejemplares, pero eso resultó insuficiente. Los funcionarios consideran que solo una ampliación temporal de la caza podrá estabilizar la situación.
En definitiva, ni los cazadores ni los defensores de la naturaleza ven en la nueva política una solución a la situación actual. Exigen transparencia, consideración de las opiniones de todas las partes y un enfoque científico. La cuestión sobre a quién protege realmente el gobierno sigue sin respuesta, mientras el conflicto en torno a los jabalíes en Galicia continúa intensificándose.






