
En pleno centro de Madrid, en la plaza Murillo, se celebrará en octubre un gran aniversario: el Jardín Botánico conmemora 270 años desde su fundación. Del 13 al 19 de octubre, el espacio acogerá una serie de eventos culturales que combinarán ciencia, arte e historia. Los organizadores han preparado un programa variado, dirigido tanto a amantes de la naturaleza como a aficionados al teatro y al cine documental.
Durante toda la semana, los visitantes podrán disfrutar de visitas guiadas gratuitas por los paseos del jardín, donde descubrirán plantas raras y los acontecimientos históricos vinculados a este lugar. Uno de los puntos destacados será la exposición al aire libre: fotografías tomadas desde mediados del siglo XIX hasta la década de 1970 permitirán apreciar la evolución del jardín y su papel en la vida de la ciudad. La muestra está dedicada no solo a científicos y jardineros, sino también a los ciudadanos que, durante siglos, han acudido aquí en busca de inspiración y descanso.
Por las tardes, el jardín proyectará películas. El 14 de octubre se presentará el documental colombiano «Homo Botanicus», que explora la pasión de los científicos por el mundo vegetal. Al día siguiente, la ex directora del jardín ofrecerá una conferencia sobre los ejemplares más valiosos y la historia de la ilustración botánica. Tras su intervención, una de las salas del jardín llevará su nombre. El 16 de octubre tendrá lugar la presentación de un libro dedicado a los célebres jardines de la Alhambra y el Generalife (Alhambra y Generalife), como parte del ciclo «Escritores sobre jardines».
El fin de semana promete ser especialmente animado: la compañía teatral Impromadrid ofrecerá visitas interactivas en las que cobrarán vida las figuras del arquitecto Juan de Villanueva y el botánico Claudio Boutelou. La semana concluirá el 19 de octubre con recorridos especiales, inspirados en la exposición fotográfica dentro del programa municipal «Madrid Otra Mirada».
El Jardín Botánico fue fundado en 1755 por orden del rey Fernando VI y, en 1781, se trasladó a su ubicación actual por decisión de Carlos III. Durante este tiempo, se ha convertido no solo en un centro científico, sino también en un símbolo de la armonía entre la naturaleza y la vida urbana. Se puede llegar al jardín en metro (líneas 1 y 2, estaciones Atocha o Banco de España), en autobús o en tren de cercanías hasta Atocha-Renfe. Todas las actividades son gratuitas, pero se requiere inscripción previa en la página web oficial del jardín.





