
En la región capital de España se ha desatado una polémica en torno al uso de las tecnologías digitales en la educación. El centro de la controversia es el colegio público CEIP Fregacedos, situado en Fuenlabrada. Aquí, tanto los padres como la dirección del centro han decidido plantarse ante la nueva normativa del gobierno regional, que obliga a abandonar el uso individual de dispositivos electrónicos en los primeros cursos de Primaria.
El núcleo del conflicto radica en el deseo de preservar un modelo educativo único, basado en el uso de iPads para cada alumno desde Primero de Primaria. Las familias, respaldadas por la asociación de padres, sostienen que este enfoque permite a los niños aprender con métodos modernos, en lugar de volver exclusivamente a los libros de texto en papel. Para muchos padres no se trata solo de comodidad, sino de una cuestión de principios: creen firmemente que tienen derecho a decidir cómo deben estudiar sus hijos.
Ante la exigencia de las autoridades de dejar de utilizar tablets a partir del curso 2025-2026, representantes del colegio y de la asociación de padres han acudido a los tribunales. Argumentan que su proyecto merece una excepción a la norma general, ya que se implementó mucho antes de la entrada en vigor de las nuevas restricciones. Para apoyar la iniciativa, han sumado a entidades municipales y federaciones del sector, llevando así el conflicto al ámbito judicial.
Argumentos de las partes y posibles consecuencias
Las autoridades regionales argumentan que su decisión se debe a la preocupación por la salud y el desarrollo de los niños, así como al deseo de recuperar métodos de enseñanza tradicionales. Sin embargo, el documento no toma en cuenta las particularidades de los colegios donde las tecnologías digitales se han convertido en una parte fundamental del proceso educativo. Padres y profesores del CEIP Fregacedos consideran que este tipo de proyectos no solo no perjudican, sino que ayudan a desarrollar competencias clave que los niños necesitan en el mundo actual.
Llama la atención que las nuevas normas solo afectan a los centros públicos. Las escuelas privadas, aunque apliquen métodos similares, quedan fuera del alcance del decreto. Esta diferencia genera dudas entre padres y expertos: si la preocupación es la salud, ¿por qué las restricciones no se aplican a todos?
La prórroga temporal para los programas digitales ya existentes se extenderá hasta agosto de 2026. Durante este periodo, el colegio y las familias esperan lograr el reconocimiento de su modelo y obtener autorización oficial para seguir utilizando las tabletas. De lo contrario, tendrían que reorganizar por completo el método de enseñanza, lo que podría impactar negativamente en la calidad educativa y la motivación de los alumnos.
Demandas judiciales y reacción social
El CEIP Fregacedos no es el único que ha decidido defender sus intereses ante la justicia. Al proceso se han sumado otras organizaciones, incluidas asociaciones de centros educativos religiosos. Las autoridades de Madrid confirman que actualmente solo hay dos procedimientos judiciales abiertos por este tema, aunque la situación podría evolucionar.
La opinión pública está dividida sobre la prohibición de dispositivos electrónicos en las escuelas. Algunos apoyan el retorno a métodos tradicionales, mientras que otros consideran que la tecnología digital es una parte indispensable de la educación moderna. Sea cual sea el resultado de los litigios, este caso ya ha sentado un precedente para todo el sistema educativo de la región.





