
En 2025, los habitantes de España e Italia se encuentran entre los europeos que no pueden identificar claramente a un solo país como la principal amenaza para su seguridad. Según una reciente encuesta, aproximadamente una quinta parte de españoles e italianos considera que el peligro para sus países proviene tanto de Rusia como de Estados Unidos. Es interesante destacar que la diferencia entre estos dos países en la percepción de la amenaza es mínima, lo que los distingue del resto de los estados europeos.
Mientras que en España el 22% de los encuestados señala a Rusia y el 19% a Estados Unidos, en Italia estas cifras son del 20% y el 17% respectivamente. Esta cercanía en las valoraciones indica que ni los españoles ni los italianos tienden a confiar plenamente en ninguna de las potencias mundiales. Esta tendencia contrasta con la percepción en los países situados más cerca de las fronteras rusas.
En el norte y este de Europa, el nivel de preocupación respecto a Rusia es considerablemente mayor. Por ejemplo, en Dinamarca más de la mitad de los encuestados consideran a Moscú como la amenaza más grave, y en Lituania y Polonia este indicador también supera el 50%. En Alemania y Francia, el 36% y el 31% respectivamente expresan preocupación por Rusia, cifras notablemente inferiores a las de sus vecinos del este.
Sin embargo, las preocupaciones de los europeos no se limitan únicamente a los riesgos de política exterior. Para los españoles y franceses, la mayor inquietud es la inmigración ilegal, mientras que para los italianos es la posibilidad de un conflicto armado. Estas diferencias subrayan lo diverso que es el modo en que la sociedad europea percibe las amenazas actuales y cómo influyen en ello tanto la ubicación geográfica como los problemas internos de cada país.






