
La mañana del primero de octubre en Ceuta comenzó con un hallazgo inquietante: el cuerpo sin vida de un joven fue encontrado en las aguas costeras. Según la documentación hallada con él, se trataba de un ciudadano argelino de 23 años. El cadáver fue avistado a unos 200 metros de la popular playa de La Ribera, adonde acudieron de inmediato efectivos del servicio marítimo y especialistas en operaciones subacuáticas.
El joven vestía un traje de neopreno, equipo frecuentemente utilizado por quienes intentan la peligrosa travesía a nado desde Marruecos hasta Ceuta, con la esperanza de ingresar ilegalmente en territorio español. Según las primeras estimaciones, el cuerpo habría permanecido en el agua unas dos semanas, lo que coincide con su estado de conservación. Los expertos consideran que el joven falleció durante un intento de cruzar la frontera nadando, como tantos otros antes que él.
El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde los especialistas determinarán la causa exacta y el momento del fallecimiento. Este caso es el primero registrado en octubre, pero está lejos de ser el único del año: desde enero de 2025 en Ceuta ya se han documentado 36 tragedias similares. Todas las víctimas son jóvenes provenientes de países del Magreb que eligieron arriesgar sus vidas cruzando el mar.
La estadística de septiembre resultó especialmente alarmante, con 11 cuerpos encontrados en ese mes, la cifra más alta de todo el año. A modo de comparación, durante todo el 2024 se hallaron 21 migrantes fallecidos en Ceuta. El marcado aumento de víctimas en 2025 preocupa a vecinos y autoridades, que buscan esclarecer las causas y evitar nuevas tragedias.





