
En Madrid se celebró una ceremonia en memoria de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura, en el marco del tercer aniversario de la Ley de Memoria Democrática. En el acto intervino el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien mostró su preocupación por el aumento de los intentos de reinterpretar la historia del país. Según él, son precisamente las acciones de los partidos de la oposición, especialmente el Partido Popular (PP) y la ultraderecha de Vox, las que favorecen la difusión de ideas que justifican la dictadura y debilitan los valores democráticos.
Sánchez advirtió sobre una tendencia alarmante: una parte significativa de los españoles, especialmente entre los jóvenes, valora positivamente los años del régimen autoritario. Relacionó este fenómeno con campañas deliberadas de distorsión de los hechos históricos y el progresivo olvido de la represión. Según el presidente, estos sentimientos se forman bajo la influencia de declaraciones públicas y acciones de políticos que buscan presentar el pasado de manera distorsionada.
Durante su intervención, Sánchez también criticó la postura de las autoridades regionales de Madrid por negarse a rendir homenaje a las víctimas de torturas en uno de los edificios históricos de la ciudad. Subrayó que este tipo de decisiones sólo profundizan las divisiones sociales y dificultan la construcción de una visión compartida sobre los episodios trágicos de la historia.
Nuevos pasos en la política de memoria
El Gobierno ha anunciado que acelerará el proceso para disolver organizaciones vinculadas al legado de la dictadura y prepara nuevas normativas para eliminar la simbología franquista de los espacios públicos. Además, las autoridades planean ampliar el acceso a la nacionalidad española, incluyendo a los descendientes de voluntarios extranjeros que defendieron la Segunda República.
En la ceremonia intervino Laura García Lorca, familiar del reconocido poeta asesinado durante la represión. Recordó las numerosas formas de persecución sufridas por los ciudadanos y destacó la importancia de preservar la memoria histórica para las futuras generaciones.
Reacciones de la sociedad y de los políticos
En la sala estuvieron presentes casi todos los miembros del Gobierno, así como representantes de organizaciones de derechos humanos y de la sociedad civil. Sin embargo, los líderes de la oposición, entre ellos Alberto Núñez Feijóo, la presidenta de Madrid Isabel Díaz Ayuso y el alcalde de la capital José Luis Martínez-Almeida, volvieron a ausentarse, como en años anteriores.
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, también expresó su preocupación por la presencia en la España actual de políticos que siguen respaldando abiertamente el legado franquista o se niegan a reconocer el sufrimiento de las víctimas del régimen. A su juicio, la lucha contra el revisionismo requiere no solo medidas legales, sino también un amplio debate social.
Las autoridades españolas tienen la intención de seguir resistiendo los intentos de reescribir el pasado, convencidas de que solo un diálogo honesto sobre los acontecimientos trágicos ayudará a fortalecer la democracia y evitar que se repitan los errores de la historia.






