
A las puertas de un sonado juicio contra el ex presidente de Cataluña Jordi Pujol y miembros de su familia, el actual presidente de la Generalitat, Salvador Illa, expresó la necesidad de tener en cuenta la edad y el estado de salud del acusado. Pujol ya tiene 95 años y su salud genera preocupación entre muchos observadores. Las vistas judiciales del caso, que incluye cargos por actividades ilícitas, blanqueo de capitales, falsificación de documentos e infracciones fiscales, comenzarán en la Audiencia Nacional el 24 de noviembre.
Illa subrayó que la cuestión sobre la presencia física de Pujol en las sesiones debe resolverse considerando su avanzada edad y su estado de salud. Según el presidente, el sistema judicial español dispone de herramientas para valorar este tipo de circunstancias. También señaló que no se considera con derecho a dar recomendaciones al respecto, pero cree importante mostrar humanidad y tener en cuenta el factor humano.
Al mismo tiempo, Salvador Illa insistió en la importancia de separar la actividad política de Pujol de los posibles delitos relacionados con su entorno. Recordó que Pujol lideró Cataluña durante 23 años y contó con un amplio respaldo social. Para Illa, el aporte de Pujol al desarrollo de la región no puede ser ignorado, a pesar de los escándalos que rodean a su familia.
El presidente de Cataluña también señaló que sus propias orientaciones políticas difieren de las de Pujol, pero reconoce los méritos del exlíder en la promoción de los valores europeos y el desarrollo de relaciones pragmáticas con Madrid. Ilia subrayó que no apoya valoraciones extremas y prefiere un enfoque equilibrado al juzgar la labor de los políticos del pasado.
La cuestión de si Pujol debe asistir personalmente al juicio sigue abierta. Muchos opinan que una persona de edad tan avanzada no debería someterse a un estrés adicional si su salud no lo permite. Sin embargo, la decisión final la tomará el tribunal, que debe mantener el equilibrio entre la humanidad y la necesidad de un juicio justo.






