
La noche del miércoles 29 de octubre, los habitantes de las zonas costeras de la provincia de Almería sintieron movimientos sísmicos. A las 22:38 hora local, se produjo un terremoto de magnitud 4,2 en el mar, a unos 28 kilómetros de la ciudad de Adra. El epicentro se localizó a varios kilómetros de profundidad, lo que permitió que las ondas sísmicas se propagaran por un área considerable.
La intensidad del temblor fue suficiente para que se percibiera no solo en Adra, sino también en localidades cercanas como El Ejido, La Mojonera y Dalías. En algunas viviendas se notó una leve vibración de los muebles, y algunos vecinos, especialmente los más sensibles, sintieron inquietud. Sin embargo, según los primeros informes, no hay ni víctimas ni daños de consideración.
Los sismólogos señalan que este tipo de fenómenos no son raros en la región. En la última semana, ya se han registrado tres temblores en los alrededores de Almería, y desde principios de mes el número asciende a trece. Aun así, el episodio de ahora ha sido el más notable de los últimos seis meses: el anterior movimiento significativo ocurrió en agosto, pero su magnitud no superó los 2,7 grados.
A los vecinos que sintieron el terremoto se les ha propuesto rellenar un formulario especial para que los expertos puedan evaluar con mayor precisión la propagación y la intensidad de las ondas sísmicas. Las preguntas abordan aspectos como el lugar en el que se encontraba la persona en el momento del temblor, si estaba sola o acompañada de su familia, cómo reaccionó y si observó el movimiento de objetos dentro de su vivienda.
Para entender la magnitud: la escala de Richter, que se utiliza para medir la fuerza de los terremotos, está diseñada de modo que la diferencia entre 2 y 4 grados implica un incremento de energía de cientos de veces. Sin embargo, incluso con una magnitud de 4,2, la destrucción es poco probable si el epicentro está lejos de zonas habitadas y a profundidad.
En general, la situación en la región sigue siendo tranquila. Los servicios locales continúan con el monitoreo, y los vecinos retoman su rutina habitual, comentando lo sucedido en redes sociales y entre ellos. Las autoridades recuerdan la importancia de mantener la calma y seguir las indicaciones en caso de nuevas réplicas.






