
En Madrid sigue avanzando una investigación de alto perfil relacionada con la esposa del presidente del Gobierno español. El juez Juan Carlos Peinado del Juzgado de Instrucción número 41 ha encargado a especialistas de la UCO (Unidad Central Operativa) un análisis exhaustivo de la correspondencia electrónica de Begoña Gómez durante más de siete años. Este paso fue posible después de que la administración del Gobierno entregara el archivo completo de correos vinculados a su actividad oficial.
La atención se centra no solo en Gómez, sino también en su asesora Cristina Álvarez. Ambas están bajo sospecha de haber utilizado recursos públicos para proyectos privados. Los investigadores quieren esclarecer si realmente existió una desviación de fondos públicos en beneficio de intereses personales, además de determinar qué papel desempeñó Álvarez en esta operación.
Los servicios técnicos de la Presidencia extrajeron todos los datos del correo oficial de Gómez desde julio de 2018 hasta septiembre de 2025. Este conjunto de información fue entregado al juzgado en formato digital. Ahora la UCO debe seleccionar, entre la enorme cantidad de correos, aquellos que tengan relación con los hechos investigados. Hasta que finalice este trabajo, el material no estará disponible para las demás partes del proceso.
Paralelamente, el ministerio responsable de la administración presidencial elaboró un informe independiente. En él se detalla quiénes y en base a qué criterios autorizaron los pagos a Cristina Álvarez desde su nombramiento en julio de 2018. Resultó que durante este periodo hubo cinco cambios de responsables en el área encargada de recursos humanos y nóminas. También se incluyeron los nombres de todos los secretarios bajo cuyo control directo trabajaba Álvarez.
Quién supervisaba la actividad de la asesora
El tribunal trata de averiguar quién era exactamente responsable de controlar el trabajo de Cristina Álvarez y de garantizar que no asumiera tareas fuera de sus funciones oficiales. Desde el ministerio explican que todos los pagos eran revisados obligatoriamente por los servicios financieros y las decisiones de nombramiento se tomaban al nivel del subdirector de personal.
Mientras la investigación sigue abierta, el juez no revela detalles a las partes del proceso. Se espera que, tras analizar la correspondencia, la UCO presente un informe que pueda arrojar luz sobre posibles irregularidades y determinar el grado de responsabilidad de cada implicado.
La investigación continúa y en los próximos días podrían conocerse nuevos detalles que afectarían el desarrollo del caso y la situación política en el país.





