
Con la llegada del otoño, en España tradicionalmente aumenta el interés por el alquiler de viviendas entre los estudiantes. Los propietarios de pisos en ciudades universitarias como Madrid, Barcelona, Málaga y Valencia analizan hasta qué punto es rentable alquilar sus inmuebles a estudiantes. La alta demanda, los contratos de corta duración y el potencial de obtener una mayor rentabilidad hacen que esta opción resulte atractiva, aunque existen particularidades que es importante tener en cuenta.
Ventajas del alquiler para estudiantes
Alquilar viviendas por habitaciones suele generar mayores ingresos que arrendar todo el piso a una sola familia. Por lo general, los estudiantes residen durante el curso académico y desocupan el alojamiento en verano, lo que permite destinar la vivienda a alquileres de corta estancia durante la temporada turística. Además, las garantías económicas suelen ser ofrecidas por los padres, lo que reduce el riesgo de impagos.
Opciones de contratos y sus características
Existen dos enfoques principales: el alquiler por habitaciones y el arrendamiento de todo el piso a un grupo de estudiantes. En el primer caso, las relaciones se rigen por el Código Civil y no por la Ley de Arrendamientos Urbanos, lo que disminuye la protección de los inquilinos y otorga mayor libertad al propietario. Los plazos y condiciones se establecen de manera individual, sin obligación de prórrogas. Es fundamental especificar en el contrato qué habitación corresponde a cada inquilino, así como prohibir la subarriendo.
Si el piso se alquila en su totalidad, se aplica la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que otorga más derechos a los inquilinos. El contrato debe detallar todas las condiciones, incluida la responsabilidad de pago y el procedimiento de renovación. Si la duración del alquiler es inferior a un año, esto debe reflejarse en el contrato, de lo contrario, se aplican automáticamente las disposiciones de la LAU.
Detalles prácticos del alquiler de viviendas a estudiantes
Los estudiantes suelen buscar pisos amueblados, con buen acceso a internet y ubicados cerca de universidades o en zonas animadas. Para agilizar el alquiler, se recomienda optar por mobiliario funcional y moderno. Es obligatorio exigir una fianza, que cubra posibles daños. Además, a menudo se solicitan garantías bancarias o personales, generalmente de los padres, quienes firman un acuerdo de responsabilidad solidaria. Es fundamental redactar un inventario detallado del mobiliario y el estado del piso para evitar disputas al finalizar el alquiler.
Duración del alquiler y aspectos fiscales
La duración máxima del alquiler para estudiantes no está limitada por la ley. Lo habitual es utilizar un contrato de temporada por el año académico, justificando el carácter temporal del alquiler. Si la vivienda se alquila como residencia habitual, el plazo mínimo es de cinco años (siete para personas jurídicas), con posibilidad de prórroga anual.
Los propietarios pueden optar a beneficios fiscales al alquilar viviendas a estudiantes. Aunque las autoridades fiscales a veces no reconocen estos contratos como permanentes, los tribunales respaldan el derecho a una reducción del impuesto sobre los ingresos del alquiler — en algunos casos hasta un 50% o incluso un 90%. Para acceder a la bonificación, se recomienda presentar una solicitud si Hacienda no la aplica automáticamente.
¿Qué es más rentable: alquiler para estudiantes o para turistas?
No hay una respuesta única: la rentabilidad depende del tipo de inquilino, las características del piso y la ciudad. En las grandes ciudades, el alquiler a largo plazo para estudiantes o jóvenes profesionales suele proporcionar ingresos estables, especialmente para particulares. Al mismo tiempo, el alquiler a corto plazo en zonas turísticas puede ser más lucrativo, aunque implica mayor dedicación y conlleva riesgos adicionales.





