
Septiembre en España no es solo el final del verano, sino una especie de «segundo Año Nuevo». Tras largas semanas de fiestas, relax en la playa y excesos gastronómicos, muchos sienten no solo una agradable nostalgia, sino también una pesadez física. El sueño alterado, los kilos de más y una sensación general de letargo son compañeros habituales al retomar la rutina laboral. Sin embargo, los principales expertos españoles en nutrición y salud aseguran que este periodo es ideal para una suave «reconexión» con el organismo y el regreso a los hábitos saludables, sin estrés ni restricciones drásticas.
La clave del éxito está en una alimentación consciente. Los especialistas recomiendan dejar de lado las dietas rápidas y agresivas, que a menudo conducen a recaídas. En su lugar, apuestan por una dieta equilibrada, rica en verduras y frutas de temporada, proteínas de calidad y grasas saludables. Miriam Yébenes, reconocida autoridad en medicina estética, aconseja basar el menú en platos sencillos y fáciles de preparar. Esto implica reducir al máximo los alimentos ultraprocesados, los productos precocinados y las bebidas azucaradas, que sobrecargan el sistema digestivo y provocan sensación de fatiga.
No menos importante es la organización del propio proceso de alimentación. Gemma Bes, nutricionista de NDL PRO-HEALTH, comparte recomendaciones prácticas para evitar el caos y los picoteos poco saludables en medio del ritmo laboral diario. Propone planificar el menú semanal con antelación y dedicar unas horas durante el fin de semana a la preparación de comida en lote, conocido como «batch cooking». Este enfoque ahorra tiempo y elimina la tentación de pedir pizza tras una jornada agotadora. La especialista presta especial atención al desayuno, que debe ser contundente y energizante, con carbohidratos complejos y proteínas, así como a los tentempiés inteligentes como fruta fresca o un puñado de frutos secos.
La doctora Catherine Lozano de la clínica Palasiet aborda el tema desde una perspectiva más amplia, proponiendo la idea de una desintoxicación metabólica. No se trata de ayunar, sino de un programa integral de depuración que ayuda al cuerpo a eliminar las toxinas acumuladas durante el verano, recuperar la energía y restablecer el equilibrio perdido. Según ella, septiembre es el momento ideal para este reinicio. El programa incluye no solo la corrección de la dieta, sino también la normalización de la hidratación, lo que contribuye tanto al bienestar físico como mental. Al fin y al cabo, volver a estar en forma no solo es cuestión de lo que marca la balanza, sino de sentirse ligero, con energía y preparado para nuevos logros.





