
En Madrid se reavivaron los debates sobre el papel de los migrantes en la economía del país. En esta ocasión, el motivo fue un reciente informe presentado por la fundación Disenso, encabezada por Santiago Abascal. El documento fue expuesto en el Congreso, donde representantes del partido Vox discutieron activamente las consecuencias de la migración para el sistema de bienestar social español.
Mientras el líder de Vox concedía una entrevista televisiva, sus colegas en el parlamento insistían en que la llegada de personas con baja cualificación supuestamente agrava la situación financiera del Estado. El informe sostiene que solo aquellos extranjeros cuyos ingresos anuales superan los 45.000 euros aportan un beneficio real al presupuesto. Los demás, según los cálculos de los autores, generan una carga adicional para los servicios sociales, la sanidad y la educación.
El informe presta especial atención al hecho de que la mayoría de los recién llegados ocupan empleos poco remunerados. Según Disenso, esto no solo no resuelve los problemas demográficos, sino que podría incrementar el gasto en pensiones y otras prestaciones. Los autores del informe consideran que la creencia generalizada sobre el papel salvador de la migración para la economía no es más que un mito optimista.
Sin embargo, el Ministerio de Inclusión y Migraciones rechaza categóricamente estas conclusiones. Destacan que organismos internacionales han señalado en repetidas ocasiones la contribución positiva de los extranjeros al crecimiento económico y a la sostenibilidad del sistema de pensiones. El ministerio aporta datos recientes: el número de migrantes empleados en sectores de alta tecnología y científicos aumenta de forma constante. Según los funcionarios, los prejuicios raciales y la xenofobia cuestan al país mucho más caro que el apoyo a los recién llegados.
En definitiva, la cuestión sobre quién y cómo influye en el presupuesto español sigue abierta. Ambas partes presentan sus argumentos y cifras, mientras la sociedad sigue de cerca el desarrollo del debate. Una cosa está clara: el tema de la migración y sus consecuencias económicas en España seguirá siendo relevante durante mucho tiempo.






