
A principios de la semana, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, envió cartas oficiales a los responsables de Madrid, Asturias, Aragón y las Islas Baleares. En estos comunicados, insiste en que las mujeres puedan ejercer libremente su derecho a interrumpir el embarazo en los centros sanitarios públicos de estas regiones.
Sánchez destacó que, hasta el momento, muchas personas siguen encontrando obstáculos al intentar ejercer este derecho. Según explicó, la situación requiere una intervención inmediata para eliminar las barreras existentes. En las cartas se subraya que la ley sobre salud sexual y reproductiva, así como la interrupción voluntaria del embarazo, obliga a las comunidades autónomas no solo a garantizar la posibilidad de acceder al procedimiento, sino también a crear un registro especial de profesionales sanitarios que, por motivos personales, deciden no participar en abortos.
El presidente del Gobierno exige que estas medidas se implementen en el plazo más breve posible. Si, en el plazo de tres meses desde la recepción de la carta, las comunidades autónomas no adoptan las medidas necesarias, el Gobierno tiene la intención de utilizar todos los mecanismos legales para asegurar el cumplimiento de los requisitos. Sánchez dejó claro que se trata de un asunto urgente y que el Ejecutivo central está dispuesto a actuar con determinación.
En los últimos años, en España se ha debatido en varias ocasiones la accesibilidad al aborto en las clínicas públicas. En algunas comunidades autónomas, las mujeres se ven obligadas a acudir a centros privados o trasladarse a otras regiones debido a la falta de especialistas o a la negativa masiva de los médicos por motivos de conciencia. El nuevo paso del gobierno busca dejar atrás estas situaciones y garantizar los derechos de las ciudadanas en todo el territorio nacional.




