
Este lunes, en Madrid, la dirección del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) celebró una reunión para analizar la situación tras la ruptura oficial de los acuerdos con Junts. Pese a la tensión, no se percibe pánico entre los socialistas: el partido no cree que una posible coalición entre Junts y la oposición pueda poner en jaque al actual gobierno.
Pedro Sánchez, líder del PSOE, pidió a sus compañeros que no se dejen llevar por las emociones y continúen buscando puntos de encuentro con los neoconvergentes catalanes. A su juicio, solo el diálogo abierto y la disposición al compromiso permitirán mantener el rumbo progresista del país. Dentro del partido predomina la opinión de que fue Junts quien impulsó la ruptura, mientras que los socialistas cumplieron todos los compromisos asumidos en el marco de los acuerdos anteriores.
Como ejemplo de las promesas cumplidas, Sánchez recordó la aprobación de la ley de amnistía que, aunque recibió luz verde en el Parlamento, aún no se ha aplicado a Carles Puigdemont debido a los trámites judiciales. Además, la semana pasada España y Alemania acordaron iniciar discusiones para conseguir que el catalán sea reconocido como idioma oficial en la Unión Europea, un paso relevante en medio del aumento de las tensiones con Junts.
Reajustes internos en el partido y reacción ante la tragedia
Al inicio de la reunión, los miembros del Ejecutivo guardaron un minuto de silencio en memoria de las 229 víctimas de la devastadora inundación (dana) ocurrida hace un año. Sánchez también propuso nombrar a Pilar Alegría como responsable de política regional, cargo que ocupaba el fallecido Guillermo Fernández Vara.
El líder del PSOE hizo especial hincapié en la necesidad de un pacto nacional para combatir el cambio climático, subrayando que precisamente el cambio climático agravó las consecuencias de la catástrofe del año pasado en Valencia. Sin embargo, la oposición del Partido Popular (PP) rechazó esta iniciativa, a pesar de la serie de incendios forestales registrados durante el verano.
Apoyo estatal y acusaciones políticas
Sánchez señaló que el Gobierno destinó 8.000 millones de euros para paliar los efectos de la inundación y apoyar a los afectados. También criticó la actuación del presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, acusándolo de reaccionar de forma insuficiente ante la tragedia y de no dar explicaciones sobre la gestión de la crisis.
Al finalizar el encuentro, el líder socialista recalcó que el partido debe centrar la atención en los resultados del trabajo del Gobierno y prometió nuevas medidas de apoyo, que serán anunciadas en los próximos días. Pese a las diferencias políticas y los cambios internos, el PSOE muestra confianza en sus posiciones y pretende seguir apostando por el diálogo y la cooperación.






