
En la pequeña localidad de Castellbisbal, en Cataluña, un proyecto escolar habitual se transformó inesperadamente en el inicio de una auténtica investigación histórica. Al estudiar los acontecimientos de la Guerra Civil, los alumnos del colegio Les Vinyes se toparon con hechos que cambiarían su visión del pasado y de sus propias raíces.
Una de las participantes, Alexia, hasta hace poco sabía muy poco sobre las tragedias vividas por su familia. Trabajando en el proyecto, descubrió que su bisabuelo, que llegó desde Extremadura, fue fusilado y probablemente está enterrado en una de las dos fosas comunes del cementerio local. Para ella, esto supuso un shock y una oportunidad de mirar la historia desde otra perspectiva.
El proyecto, que arrancó en 2018, no se limitó a los manuales escolares: también consistió en buscar historias personales. Los alumnos recogieron relatos familiares, consultaron archivos y luego transformaron todo ese material en representaciones teatrales. Para muchos fue una revelación: incluso quienes pensaban estar alejados de los acontecimientos en España descubrieron que sus familias también fueron afectadas por la guerra y las represalias. Así, un estudiante originario de Paraguay supo por sorpresa que sus antepasados tuvieron que huir a Argentina por persecución política.
A lo largo del trabajo, los jóvenes no solo aprendieron sobre el destino de sus seres queridos, sino que también empezaron a ver la historia no como una sucesión de datos, sino como auténticos dramas humanos. Gracias a los archivos digitales, encontraron documentos que ni siquiera los adultos de la familia conocían. Esto les permitió mirar el pasado desde otra perspectiva y comprender que la memoria personal forma parte de la historia común del país.
Búsqueda y recuperación de la memoria
Durante la investigación, los estudiantes descubrieron un mapa de fosas comunes repartidas por toda España y averiguaron que en su ciudad natal había dos de estos enterramientos. Encontraron un estudio dedicado a estos lugares y contactaron con su autor. Resultó que una familia de la cercana localidad de Cardedeu llevaba años llevando flores a una de las tumbas, pero con el tiempo perdió la localización exacta del enterramiento.
Inspirados por esto, los alumnos organizaron un acto conmemorativo en el cementerio e invitaron a los familiares de las víctimas. Para la familia Torruella, fue un momento especialmente significativo: pudieron volver a rendir homenaje a su abuelo, caído en los combates de 1939, y a otros miembros de la familia fallecidos durante un bombardeo.
A la ceremonia asistieron varias generaciones de la familia, así como los estudiantes, que leyeron sus textos dedicados a las víctimas de la guerra. Fue un momento emotivo para todos los presentes, cuando las historias personales cobraron relevancia colectiva. Sin embargo, el trabajo no terminó ahí: el colegio ya ha iniciado el proceso para reconocer oficialmente las fosas y recuperar los nombres de los que murieron, devolviéndoles la memoria y la dignidad.
Educación frente al olvido y el odio
La experiencia del proyecto Les Vinyes forma parte de una iniciativa más amplia en Cataluña. Las autoridades regionales han puesto en marcha un programa educativo especial dirigido a combatir la distorsión histórica, el aumento del odio y la desconfianza hacia las instituciones democráticas. Dentro de este programa, los colegios reciben nuevos materiales sobre la república, la guerra civil y la dictadura, mientras que el profesorado recibe formación complementaria.
Se prevé que en los próximos años cientos de centros educativos se sumen al proyecto, para que las nuevas generaciones no solo conozcan los hechos, sino que también aprendan a analizar el pasado de forma crítica. Este enfoque no solo ayuda a preservar la memoria, sino también a fomentar una actitud responsable ante la historia y la sociedad.





