
En la tarde del viernes, unas ochenta personas se reunieron frente a la iglesia de Santa María la Real, en pleno centro de Sevilla. El motivo fue la cancelación de una misa prevista en memoria de los caídos de la Falange. Organizadores y asistentes, entre ellos muchos jóvenes, no pudieron acceder al templo: las puertas estaban cerradas. Ante la imposibilidad de entrar, los congregados celebraron su propio acto en la calle.
Los participantes no ocultaron sus ideas: se escucharon consignas relacionadas con la época de Franco y se entonó la conocida canción Cara al Sol. Muchos levantaron el brazo en el saludo característico, y en los discursos se hizo referencia a la Guerra Civil y a críticas hacia políticos actuales y las leyes de memoria. En un momento dado, se lanzaron palabras duras y reproches hacia la iglesia por negarse a respaldar la tradición.
La policía veló por la seguridad desplegando varias furgonetas a ambos lados de la calle. Pese a la tensión, no se produjeron incidentes graves. El único altercado fue cuando una vecina roció con agua a los asistentes mientras coreaban consignas. Cabe destacar que no se exhibieron símbolos prohibidos durante el acto: los presentes solo portaron banderas de la Falange, partido legalmente registrado.
Reacción social y posibles consecuencias
La protesta ha generado repercusión entre las organizaciones sociales que trabajan con la memoria histórica. Representantes de asociaciones memorialistas y movimientos políticos ya han anunciado su intención de dirigirse a las autoridades para exigir una valoración de lo ocurrido. Consideran que este tipo de manifestaciones públicas podría vulnerar la legislación vigente sobre memoria y derechos humanos.
Por el momento, no está claro quién tomó la decisión de cerrar la iglesia: si fueron representantes de la orden o las autoridades. Sin embargo, los organizadores de la protesta expresaron su descontento y prometieron continuar con sus actividades a pesar de las restricciones. Para finalizar, los participantes depositaron flores en la entrada del templo, subrayando que no renunciarán a sus tradiciones.
Contexto: leyes de memoria y clima social
En los últimos años, en España se han intensificado los debates sobre la interpretación de los acontecimientos del siglo XX y el papel de los distintos movimientos políticos. Las leyes de memoria, aprobadas tanto a nivel nacional como regional, prohíben ensalzar la dictadura y exigen respeto hacia las víctimas de la represión. Sin embargo, protestas como esta demuestran que persisten tensiones y divisiones en la sociedad en torno a estos temas.
Los hechos en Sevilla se han convertido en un recordatorio más de que los debates históricos siguen generando grandes emociones y son capaces de movilizar a la gente en las calles, incluso décadas después del final de la guerra civil.





