
Nuevos referentes para la industria del videojuego
La corporación japonesa Sony ha definido oficialmente la dirección de desarrollo para su próxima consola. En 2025, la compañía confirmó que la futura PlayStation 6 se basará en principios que la acercarán a los ordenadores personales actuales. Las prioridades principales serán la integración de inteligencia artificial y las capacidades avanzadas de trazado de rayos, lo que promete llevar la visualización y el rendimiento a un nuevo nivel.
Alianzas tecnológicas y arquitectura
Sony colabora activamente con AMD en el desarrollo de su nueva consola, lo que permite incorporar soluciones de hardware de última generación. Entre ellas destacan los denominados Neural Arrays —bloques especializados capaces de unir los recursos computacionales del procesador gráfico para acelerar algoritmos de inteligencia artificial—. También se introducirán los Radiance Cores en la arquitectura: módulos responsables de procesar complejos efectos de luz en tiempo real. Una característica clave será un sistema universal de compresión de datos, diseñado para reducir la carga sobre la memoria y aumentar la eficiencia general del dispositivo.
Cambios en el enfoque de desarrollo
A diferencia de las generaciones anteriores, donde se hacía hincapié en tecnologías exclusivas de PlayStation, esta vez Sony y AMD están desarrollando soluciones que estarán disponibles no solo en la consola, sino también en otras plataformas, incluido el PC. Este enfoque permitirá unificar la experiencia de juego y facilitar el proceso de creación de juegos para distintos dispositivos. Como resultado, la PS6 pasará a formar parte de un ecosistema unificado, donde las fronteras entre consolas y ordenadores se irán difuminando poco a poco.
Impacto en el mercado y expectativas de los usuarios
Expertos destacan que la apuesta por la inteligencia artificial y el trazado de rayos puede cambiar nuestra percepción de los gráficos y la interacción con los videojuegos. Se espera que estas nuevas tecnologías permitan a los desarrolladores crear escenarios de iluminación más complejos y aumentar el realismo de los mundos virtuales. Al mismo tiempo, Sony señala que los métodos tradicionales de renderizado también seguirán perfeccionándose, aunque ya no serán la principal fuente de innovación en la nueva generación.
Transición hacia estándares universales
Con el paso a una arquitectura cercana al PC, Sony abandona definitivamente el uso de procesadores exclusivos, como sucedía en PlayStation 2 y PlayStation 3. Ahora, la prioridad es la compatibilidad y la facilidad de desarrollo, lo que debería atraer a más estudios y ampliar la variedad de juegos. Según los analistas, este movimiento hará que la PS6 resulte más atractiva para un público amplio y le permitirá competir en igualdad de condiciones con otras plataformas.





