
En los últimos años, el mercado español ha visto cómo es cada vez más difícil encontrar todoterrenos clásicos con tracción total. Muchos fabricantes han dejado de producir este tipo de vehículos o han cambiado su enfoque hacia los SUV. Además, el precio de los modelos nuevos ha aumentado notablemente, lo que obliga a los aficionados a buscar alternativas en el mercado de segunda mano.
Uno de los modelos más demandados entre los amantes de los verdaderos todoterrenos sigue siendo el Toyota Land Cruiser. Este vehículo se ha ganado desde hace tiempo la reputación de ser fiable y resistente, y su popularidad en el mercado de ocasión no deja de crecer. Sin embargo, el precio de las unidades usadas depende de muchos factores: el año de fabricación, el kilometraje, el estado y la serie concreta.
La serie 150, que apareció en 2009 y se fabricó hasta 2024, está representada en el mercado por vehículos relativamente recientes. Las opciones más asequibles de esta serie rondan los 28.000–30.000 euros, pero se trata de coches con mucho kilometraje y más de diez años de antigüedad. También existen ofertas por 50.000 euros si hablamos de unidades más nuevas o en mejor estado.
La serie 120, producida de 2002 a 2009, se considera una de las más populares y reconocibles. El análisis de los anuncios en las principales plataformas españolas de compraventa muestra que el precio medio de estos Land Cruiser oscila entre 18.000 y 22.000 euros. El precio final depende del estado técnico y del número de kilómetros recorridos.
La serie 90, aún más antigua, que apareció en 1996 y se produjo hasta 2002, está adquiriendo gradualmente el estatus de coleccionable. Ya el próximo año, los primeros ejemplares podrán optar al título de vehículos históricos. En sitios especializados, estos coches se valoran en promedio entre 11.000 y 14.000 euros.
Para que el Land Cruiser sea reconocido como vehículo histórico, el automóvil debe cumplir ciertos requisitos. Según las normas que entrarán en vigor en octubre de 2024, el modelo debe haberse fabricado o matriculado por primera vez hace al menos 30 años. Además, es importante que las características principales y los componentes se mantengan originales, sin modificaciones significativas. Solo cumpliendo estas condiciones, el propietario podrá obtener el estatus correspondiente y los beneficios asociados.






