
La mirada de los medios británicos se dirige cada vez más hacia el sureste de la península ibérica, descubriendo para sus lectores rincones aún no afectados por el turismo de masas. En un reciente reportaje, una de las publicaciones británicas describió Murcia con entusiasmo, presentándola como una verdadera joya donde se conserva el espíritu y la tranquilidad de la España tradicional. La región ha recibido un apodo poético: la llaman «el jardín de Europa», en clara alusión a la increíble fertilidad de sus tierras. Los paisajes locales abundan en frutas, verduras y flores, creando una atmósfera única.
El artículo recomienda especialmente visitar este lugar en temporada baja. Mientras en gran parte de Europa llega la época gris, aquí continúa el apreciado clima templado. Según las previsiones, incluso en noviembre la temperatura se mantendrá en unos agradables 21 grados. Esto convierte a la región en un excelente refugio frente a la humedad y el frío británicos. Además, el destino se ha vuelto más accesible: las aerolíneas de bajo coste, incluyendo EasyJet y Ryanair, han ampliado significativamente sus rutas desde los aeropuertos de Luton, Bristol y Stansted. Ahora hay vuelos directos incluso en la temporada baja, lo que facilita la organización de un viaje espontáneo.
El corazón de la región es su capital homónima, una ciudad de enorme riqueza histórica. Los periodistas destacan el encanto de su casco antiguo. La principal figura arquitectónica es la Catedral, donde confluyen de forma singular el gótico, el renacimiento y el exuberante barroco. Muy cerca se encuentra el Palacio Episcopal, y a poca distancia bulle la Plaza de las Flores (Plaza de las Flores). Merece una mención aparte el edificio del Real Casino, uno de los inmuebles más originales y ricamente decorados de la ciudad. Un ejemplo de la armonía entre lo antiguo y lo moderno es el edificio del Ayuntamiento, diseñado por el reconocido arquitecto Rafael Moneo.
Pero el atractivo de Murcia no se limita al ámbito urbano. El reportaje invita a descubrir también sus bellezas naturales. A los amantes del turismo activo se les recomienda visitar el parque regional de Sierra Espuña, con sus pintorescos senderos. Impresiones totalmente distintas ofrecen los paisajes semiáridos de los Barrancos de Gebas, que recuerdan cráteres lunares. Para los aficionados al mar, el litoral de la Costa Cálida ofrece alternativas para todos. El Cabo de Palos es famoso no solo por sus playas, sino también por sus excelentes posibilidades para el buceo, atrayendo a submarinistas de toda Europa.
El aspecto gastronómico del viaje merece una atención especial. No en vano esta región es llamada «el jardín». La cocina local se basa íntegramente en productos frescos de las huertas y los campos. Entre los platos imprescindibles para degustar destaca la “marinera”: una rosquilla crujiente sobre la que se coloca ensaladilla de patatas con atún, coronada por una anchoa salada. Otro especialidad local es el queso de cabra curado en vino tinto, con denominación de origen protegida. Para el postre, es imprescindible probar los paparajotes. Este dulce único consiste en una hoja de limón fresca rebozada en masa, frita y espolvoreada con azúcar y canela.
En conclusión, el medio británico resume: Murcia es una alternativa tranquila, cálida y accesible frente a los abarrotados centros turísticos del Mediterráneo. Es un lugar donde historia, clima y tradiciones gastronómicas se fusionan, ofreciendo una experiencia española auténtica, disponible mucho más allá de los meses de verano.





