
El jueves 30 de octubre de 2025, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se encontró en el centro de unas tensas audiencias en el Senado. La sesión fue convocada para examinar las circunstancias en torno al caso Koldo, relacionado con sospechas de corrupción en las que figuran el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, y su antiguo asesor Koldo García. También está bajo el foco el ex número dos del Partido Socialista, Santos Cerdán, actualmente en prisión preventiva.
Desde el inicio, el debate tomó un tono muy tenso. Representantes de varios grupos parlamentarios no escatimaron en acusaciones y declaraciones contundentes. Sánchez, respondiendo a las preguntas de los diputados, no ocultó su irritación por el formato y el desarrollo de la sesión. Dejó claro que considera el trabajo de la comisión poco objetivo y más bien orientado a desacreditar al Gobierno. Esto provocó el malestar del presidente de la comisión, Eloy Suárez, quien intentó reconducir la discusión hacia un tono más constructivo.
El intercambio fue especialmente intenso con los representantes de UPN. Su portavoz, María del Mar Caballero, concluyó su intervención pidiendo la dimisión de Sánchez, subrayando que él es el responsable político de la situación. El presidente del Gobierno, por su parte, dejó claro que no piensa dimitir y que responderá a las preguntas de todos los grupos, pese a la presión.
Durante la audiencia, el representante del partido Vox, Ángel Pelayo Gordillo, también intervino en el debate. Puso en duda el respeto de Sánchez hacia el Senado e intentó vincular el caso Koldo con la esposa del presidente del Gobierno, lo que provocó una tensión adicional en la sala. Sánchez rechazó esas insinuaciones y subrayó que valora la labor del Senado, aunque no ve sentido en mantener activa esta comisión.
Las audiencias sobre el caso Koldo volvieron a poner de manifiesto la profunda división política en el Parlamento español. La oposición insiste en una investigación exhaustiva de todos los hechos relacionados con tramas de corrupción, mientras que el Gobierno, representado por Sánchez, interpreta lo sucedido como un intento de presión política. El resultado de la sesión evidenció que el consenso entre ambas partes sigue siendo inalcanzable y que la atención pública sobre el caso Koldo no deja de crecer.






