
David Sánchez, hermano del presidente del gobierno español, compareció ante el tribunal para exponer su versión en el caso por el controvertido nombramiento en la administración de la provincia de Badajoz. En su declaración, negó rotundamente todas las acusaciones relacionadas con presuntas irregularidades en la obtención del cargo y puso en duda la legalidad del uso de la correspondencia electrónica incautada durante la investigación.
El caso gira en torno a las circunstancias bajo las cuales Sánchez fue nombrado coordinador de conservatorios en Badajoz en 2017. La investigación sostiene que el proceso de selección estuvo lejos de ser transparente y estuvo marcado por irregularidades administrativas. Junto a David Sánchez, se sentarán en el banquillo otros diez acusados, entre ellos destacados políticos de la región. Se les imputa abuso de poder e influir indebidamente en la toma de decisiones.
La defensa insiste en que todos los procedimientos se ajustaron a la normativa vigente y que Sánchez no tuvo ninguna implicación en actos ilícitos. Los abogados exigen excluir por completo del caso los correos electrónicos, ya que consideran que fueron obtenidos vulnerando los derechos de los acusados. Argumentan que la autorización para su incautación no fue debidamente formalizada y vulnera garantías fundamentales.
El proceso judicial aún no ha comenzado: la fecha de la vista sigue sin decidirse. Mientras tanto, la defensa está preparando una lista de testigos y peritos que deberán acreditar la legalidad del nombramiento de Sánchez. Entre ellos se encuentran exmiembros de la administración y expertos familiarizados con los procedimientos de recursos humanos. A su vez, la acusación sostiene que la correspondencia electrónica evidencia un pacto y un beneficio personal obtenido a raíz de la contratación.
Influencia y nuevos detalles
En los documentos del caso figuran episodios relacionados no solo con el nombramiento en sí, sino también con cambios posteriores en las condiciones de trabajo. La investigación sostiene que Sánchez utilizó su cargo para obtener privilegios especiales y facilitó la contratación de una persona de su entorno, que anteriormente había trabajado en la residencia del presidente del Gobierno. La defensa niega estas acusaciones, enfatizando que todas las decisiones se tomaron conforme a la ley.
El escándalo en torno a este caso ha generado un gran revuelo público, ya que no solo pone sobre la mesa la transparencia en las instituciones, sino también el posible peso de altos cargos en los procesos de selección. Se prevé que el juicio será uno de los más comentados de la región en los próximos tiempos.





